Susana Degoy nos ha dejado este puñado de cuentos ambientados en Italia, que la Editorial de la Universidad Católica de Córdoba ha tenido la feliz iniciativa de dar a conocer en este fino volumen que el lector tiene ahora en sus manos.
El libro se inicia con un relato autobiográfico en el que la autora evoca su viaje a Cortina d´Ampezzo, donde descubre en una vieja campesina la imagen de Angela, su tatarabuela. Una hermosa imagen costumbrista que en los párrafos finales se impregna con un delicado perfume de emoción y nostalgia. Luego, una pieza narrativa perfecta en su brevedad y su impecable estilo, que nos trae el recuerdo de aquella locura quijotesca contagiada en algún momento por el Barón a su criado, quién reaccionará a la manera del obeso escudero de la invención cervatina. El cuento que da título al libro, es la triste historia de María Teresa y su frustrado destino de amor. “Viernes Santo” es otro cuento perfecto, en el que los sugestivos trazos neorrealistas dibujan una anécdota con final sorpresivo y patéticamente irónico. El volumen de estos estupendos relatos concluye con Tina, cautivador por la imaginación y la destreza literaria de la autora. A esta excelente taumaturga que fue Susana Degoy, poeta aunque escribiera en prosa, las palabras le alcanzaron para transmitirnos en sólo media docena de cuentos la riqueza de su talento literario y de su conmovedora calidad humana, la ternura y la tersura de una prosa que uno lamenta se agote en tan escasas páginas…
Antonio Requeni, de la Academia Argentina de Letras