Hay una pregunta que atraviesa y articula los textos que componen este libro; ésta es acerca de si la modernidad -ese complejo proceso histórico que se dio en Europa- llegó también a América Latina. Sí ese fuere el caso, coimplicados, aparecerían los temas acerca de la identidad social y cultural; de las formas de organización del poder político y de los intentos de legitimación que se le dieron, allá, en el inicio de los procesos emancipatorios; de nuestras siempre difíciles relaciones con los países centrales; de los modos de producción económica que tuvimos y de los que tendríamos que alentar en el futuro; de nuestra respuesta a los desafíos de la globalización y a los que provienen del cuidado por él medioambiente; de si vivimos en la posmodernidad o, simplemente, en una modernidad tardía. Siempre y cuando coincidamos, antes que nada, en sostener que la modernidad vino y se quedó entre nosotros, y que tiene un rostro, o muchos, latinoamericanos. Los problemas enunciados, central o marginalmente, son discutidos en este libro, desde una perspectiva filosófica y científico social, y en los que he venido trabajando de manera sostenida durante algunos años. Gustavo Ortiz